En algún momento de nuestras vidas hemos experimentado situaciones en las que olvidamos el lugar donde colocamos nuestras llaves, el nombre de una persona que acabamos de conocer, entre otras.
Usualmente no prestamos atención a estas situaciones y las atribuimos a que “tenemos mala memoria” o a que es un problema de nacimiento o hereditario.
Si bien existe la posibilidad de que la génetica influya en nuestra memoria, no debe ser un factor que nos detenga en la búsqueda de encontrar maneras de ejercitar nuestro cerebro para almacenar de mejor manera la información.
A continuación te presentamos algunos consejos para mejorar tu memoria:
Realizar una imagen mental
De acuerdo a Nelson, no importa si estamos tratando de recordar un número de teléfono, el lugar donde estacionamos nuestro automóvil, o algún ejercicio especial, la mejor manera de realizarlo es convertir esas ideas abstractas que al cerebro les gusta recordar en imágenes.
Estas imágenes deben ser cosas llamativas para cada persona y, mientras más extrañas sean, serán más fáciles de recordar.
Poner las imágenes en un recorrido
Ya que se realizó una imagen mental, el siguiente paso es encontrarle un lugar en el cerebro donde guardarlo. Es necesario crear un lugar para estas imágenes nuevas, pero dentro de un lugar ya conocido, para aprovechar que nuestro cerebro ya los recuerda con facilidad. Un ejemplo de esto es utilizar una casa, un lugar al que estamos acostumbrados, y luego escoger un recorrido específico para visitar cada cuarto de nuestro hogar. En cada una de las habitaciones escoger un sitio con el que se va a interactuar (como un sofá, armario o una puerta) que es donde se pondrán las imágenes descabelladas que se han creado.
De esta manera cuando vayamos a recordar algo, tendremos que ir por ese recorrido y “mirar” cada una de estas imágenes en las zonas interactivas y así recordar lo que necesitamos de una forma ordenada.
Fuente: ThinkBig